Esta vez tocó el turno a una cuba totalmente dañada por la abrasión una vez que se quedó sin recubrimiento. Se estuvo trabajando con la máquina hasta que se agujereó la chapa.
El primer paso fue eliminar los restos del antiguo recubrimiento, quemar y granallar la superficie para, una vez limpia, poder iniciar los trabajos de soldadura para después poder ir metiendo chapones y darle forma a la nueva estructura. Una vez puesto el nuevo suelo y pared, se estabilizó el material para que no cristalizara. Vuelta a granallar.
Por último, se aplicó un recubrimiento de caucho especial antibrasivo con el espesor deseado por el cliente.
Antes
Proceso y resultado